Hasta el 2010 era una fábrica de hits que sacrificó por la maternidad y que quiere recuperar, al lado de Carlos Vives, en su natal Barranquilla.
Foto: archivo la-razon.com
El primer disgusto que Gerard Piqué le dio a Shakira fue en septiembre del 2010, dos meses después que se hubieran enamorado. El futbolista catalán aparecía en unas fotos en una isla griega con su exnovia Nuria Tomás. Hasta ese momento la relación era solo un rumor que tuvo eco en la prensa rosa: decía que el jugador del Barcelona y la barranquillera se habían enredado mientras grababan el video de la canción Waka-Waka, himno oficial del Mundial de Sudáfrica.
Rápidamente empezaron a salir fotos de Shakira con Antonio De la Rúa y una declaración escueta en donde aclaraba que estaba feliz con el socialité argentino. Lo de Piqué parecía uno de esos “chismes malintencionados” que la vincularon en el pasado con el tenista Rafael Nadal, con el actor irlandés Colin Farrel y con Alejandro Sanz.
Pocos sabían que eran pareja y que pronto se irían a vivir juntos. Al ver las fotos publicadas en la prensa Shakira empezó a creer que el remoquete que le habían puesto al futbolista en Catalunya “El terror de las chicas”, no había sido en vano. Sabía que los 10 años que le llevaba a Piqué no sería la única brecha que tenía que salvar: Gerard siempre había sido un niño mimado.
Nieto de Armand Bernabeú, quien fuera vicepresidente del Barcelona e hijo de Monserrat Bernabeú, jefa de la Unidad de Daño Cerebral del hospital más prestigioso de Cataluña, siempre hizo lo que quiso. Varias azafatas de los vuelos que transportan al Barcelona han afirmado que arroja los desperdicios de la comida al piso, se niega a amarrarse el cinturón de seguridad y, si se le da la gana, puede entrar a la cabina de mando, poner, a juro, la música que se le antoja y toma el control de las comunicaciones abordo para divertir a sus compañeros de equipo. En el 2010, cuando La Roja regresó a España después de levantar la Copa del Mundo, Piqué escupió al presidente del Club Valencia. Ni siquiera se disculpó. Ha lanzado pedos químicos en aviones y en ruedas de prensa, se burla de los periodistas y, cada vez que puede, exacerba la realidad entre los jugadores españoles del Real Madrid y del Barcelona afectando el ánimo de la selección española.
Shakira le aceptó sus manías y en octubre del 2010 formalizaron su relación. La gente cercana a la pareja dice que ella fue la que lo sedujo y que siempre toma la iniciativa. Los jugadores del Barcelona le hacían bromas por la costumbre que tenía su novia de revisarle el celular y es que las chicas además no lo dejan en paz como queda claro en éste video:
Amante de la noche, Piqué ha protagonizado escándalos saliendo de discotecas. En una madrugada de octubre del 2015 estaba en el auto con su hermano, en un lugar donde estaba prohibido parquear. Dos agentes de tránsito se le acercaron y el futbolista, bajándose del auto, rompió la multa y les recordó quién era y quién terminaría pagando la multa. La patanería le costó 12 mil euros.
Piqué y Shakira no son muy dados a firmar autógrafos en las calles barceloneses y tienen fama de no tolerar a la prensa. Las señoras que se han animado a hacerles unos mimos a Milan o a Sasha, los hijos de la pareja, seguramente se encontraran con el ceño fruncido de Gerard a quien no le gusta que nadie se les acerque.
Desde el 2010 Shakira solo volvió a tener en Estados Unidos gran resonancia mediática gracias a que fue parte del jurado del reality La Voz. Sus dos últimos discos, Sale el sol y Shakira, han tenido críticas desiguales, de cualquier forma lejos del éxito absoluto. Su regreso a Barranquilla para grabar el video clip La Bicileta con Carlos Vives seguro le significará retornar a la ambición que la convirtió en un ícono del pop universal.
Fuente: Las2orillas | mayo 20, 2016
