A través del decreto 898, el organismo investigador sufrirá un remezón, al pasar por ejemplo de 300 funcionarios con cargos directivos a 120 empleados oficiales.
Este martes, el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira, sostuvo que la entidad se va a reestructurar con más cargos operativos y menos administrativos de cara al posconflicto. El organismo investigador contará con 5.100 fiscales con sus respectivos asistentes y una plantilla judicial de 8.144 investigadores.
El remezón de la entidad empezó con el cambio de 300 funcionarios a 120 cargos directivos. Además el ente no contará con 4.500 cargos en la nómina.
“Hemos hecho un replanteamiento que implica una liposucción a la Fiscalía. Queremos una entidad con menos grasa y más musculo. Menos nivel directivo y muchos más fiscales y muchos más investigadores judiciales”, explicó Martínez Neira.
El jefe del ente acusador anunció además que se unifica el Cuerpo Técnico de Investigación, CTI y que la unidad especial de investigación que no será una rueda suelta y dependerá del fiscal general.
«En consecuencia se preserva la capacidad nominadora del fiscal, se conserva el principio de unidad funcional y jerárquica, se preserva la facultad del fiscal de reasignación de casos y solamente en cabeza de él», dijo el fiscal.
De esta manera Martínez Neira sostuvo que la ‘Fiscalía del posconflicto’ se centrará en la protección a los líderes sociales y defensores de derechos humanos: “Preservar la seguridad ciudadana a través de las direcciones de seccionales, la dirección de atención al usuario y la dirección de apoyo. La Delegada contra la criminalidad organizada que un foco de atención de la fiscalía tanto más cuanto se trata de desvertebrar a los grupos delincuenciales que afectan la paz. La delegada para las finanzas criminales que es el desmantelamiento de organizaciones con patrimonios ilícitos”.
Esos son los tres ejes misionales que tendrá la Fiscalía para contribuir al cumplimiento de los acuerdos de paz.
Fuente: El Espectador.com