Firma familiar que Roberto Prieto gerenció ha facturado $ 31.000 millones con el Estado.
Foto Roberto Prieto – ELTIEMPO.COM
Sin tener ninguna experiencia en el sector, José Roberto Prieto Uribe llegó en el 2010 a uno de los cargos más apetecidos de la función pública. Se convirtió en representante de Colombia ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con sede en Washington y con un sueldo de 18.000 dólares al mes.
“Hice uso del derecho adquirido que me dio el haber sido director de campaña de Juan Manuel Santos”, dijo ante la asamblea del BID para explicar su llegada a esa institución. Y agregó que durante quince años acompañó y ayudó a Santos en su propósito de ser presidente.
Por eso, para muchos fue una sorpresa que le ocultara durante siete años, que recibió aportes de la brasileña Odebrecht por 400.000 dólares, por fuera de los libros de la campaña Santos 2010 en una clara contravención a la ley.
Su confesión, conocida a principios de la semana, no solo llevó al mandatario a renunciar a la prescripción para que se investigue qué hizo su gerente en esa época sino que, además, puso a Prieto y a su entorno bajo la lupa de las autoridades.
La Fiscalía tiene cuatro líneas abiertas en torno a este economista de 51 años, que desde 1997 se acercó a Santos para manejarle la campaña preelectoral del liberalismo a la presidencia.
Conexión suiza
Además, investiga la versión del exsenador Otto Bula según la cual le entregó a Andrés Giraldo Rivera, amigo de infancia y negocios de Prieto, 900.000 dólares de Odebrecht en el 2014. Versión que el exgerente niega aunque admitió un par de acercamientos con Bula.
También se le sigue la ruta a los 400.000 dólares de la brasileña que Prieto dijo invertir en 2 millones de afiches de la campaña Santos 2010. El dinero habría pasado por una cuenta ligada al empresario de las artes gráficas Otto Rodríguez en el Credit Suisse, mencionado por Estados Unidos como una de las conexiones en el circuito de pagos de Odebrecht.
En este capítulo también se indaga el rol que desempeñó Eduardo Zambrano, un empresario que en los 90 sonó en un par de episodios financieros. Zambrano es señalado como el hombre que acercó a Odebrecht a la campaña, a través del directivo Juan Claudio Morales.
De hecho, Prieto, que ante el BID dijo ser el gran director de la campaña, esta semana repartió responsabilidades con Morales, Consuelo Caldas, Orlando Sardi y Santiago Rojas.
“Yo ordené los afiches y me dijeron que (la plata) salió de Odebrecht (…), los financieros de la campaña se encargaron de hacer el acercamiento (…)”, le dijo Prieto a Blu Radio.
Doble rol y contratos
Todos salieron a aclarar que Odebrecht nunca dio plata, pero los cuatro serán citados por la Fiscalía que también indaga un aporte no declarado del Grupo Interbolsa por 150.000 dólares, en el 2010.
La conducta poco clara de Prieto, que ha ajustado varias veces su versión desde el 8 de febrero, cuando Bula lo mencionó, llevó a la Fiscalía a abrir otro filón en su indagación: los jugosos contratos de Marketmedios Comunicaciones S. A., de los hermanos de Prieto, con el Estado.
La empresa fue creada el 14 de junio del 2002, cuando Prieto era director de Buen Gobierno, fundación ligada a Santos a la que renunció para gerenciar la empresa de sus hermanos. Simultáneamente fue director administrativo y financiero de ‘la U’ y luego gerente de la campaña Santos 2010. Aunque la firma de su familia había tenido contratos con la Registraduría y con el Dane, en el 2010 la contratación con el Estado aumentó exponencialmente.
En el 2011, facturó 2.916 millones con la Registraduría y con el Departamento Administrativo de la Presidencia. Entre enero del 2012 y marzo del 2013 obtuvo contratos por 6.241 millones de pesos. Sus clientes fueron el Fondo Nacional del Ahorro (FNA), el Fondo de Garantías, Bancoldex, Servicios Postales y un fondo del Ministerio de las Tecnologías.
Entre julio del 2013 y enero del 2014, cuando volvió a asumir las riendas del negocio familiar, Marketmedios facturó 9.951 millones de pesos. Solo con el FNA contrató 6.400 millones. En el 2015, suscribieron un contrato por 1.639 millones con el Fondo Vial del Ministerio de Transporte y otro con la Registraduría por 1.779 millones de pesos.
En el 2016, el balance fue aún mejor: 7.052 millones de pesos, con Mintransporte, la Registraduría –30.000 folletos para el plebiscito por la paz– y con el Fondo de Turismo.
En su currículum aparece su paso por el BID, las campañas y ‘la U’. Pero no dice nada de sus labores de lobby ante la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con Andrés Giraldo, reveladas por EL TIEMPO.
Fuente: UNIDAD INVESTIGATIVA u.investigativa@eltiempo.com