El médico Carlos Ramos Corena, envuelto en escándalos por muertes en cirugías plásticas, fue capturado en Miami por orden de un tribunal puertorriqueño.
Carlos Ramos Corena: escándalos por muertes en cirugías plásticas Ramos, conocido como el Cirujano de las Barbies ha tenido denuncias en Colombia por estafa,daños y perjuicios, lesiones culposas, falsedad en documento y asesinato.
En un video del 16 de agosto pasado, el médico Carlos Ramos Corena quiso mostrar cómo paseaba libremente por la avenida Collins, en Miami. Llevaba una camisa rosada de flores y unas gafas para protegerse del sol. Mirando a la cámara, dijo: “Estoy haciendo este video porque la verdad ya estoy cansado, porque no entiendo cuál es la fijación que tiene este señor concejal Bernardo Guerra conmigo, que no descansa. Ya abrió una cuenta de YouTube para hablar de mí y sacar pacientes insatisfechos, como los puede tener cualquier persona, pero parece que yo no los puedo tener”.
Mientras camina, asegura que tiene argumentos que lo libran de las acusaciones que le hacen esos “pacientes insatisfechos”. Sin embargo, aclara que para no violar el código de ética médica no puede mostrar pruebas que le permitirían demostrar “que no es lo que están diciendo”. Luego, dice que anda por la famosa vía, “por si llega a decir (el concejal Guerra) que la justicia de Estados Unidos me está pidiendo en extradición”.
Pero su audacia no impidió que el 31 de octubre las autoridades lo detuvieran en Miami para cumplir una orden de arresto expedida desde el 18 de mayo de 2015 por el Tribunal General de Justicia de San Juan. El documento lo requiere por un hecho cometido el 10 de julio de 2014 y le establece una fianza de 500.000 dólares.
Según medios locales, las autoridades investigan a Ramos Corena, conocido en Puerto Rico como el Cirujano de las Barbies, por la muerte de Nancy Santana García, ciudadana boricua a quien operó en Medellín tras ofrecerle planes de cambios corporales por unos 5.000 dólares. Santana García murió en 2014 en un hotel de esa ciudad acompañada por una enfermera, después de pasar por las manos de Ramos y su colega Yodi Jalaff. El caso fue oscuro, como varios en los que se ha visto envuelto el médico, quien dice ser residente de cirugía plástica. En la Fiscalía de Colombia ha tenido denuncias, desde hace diez años.
Para el concejal Bernardo Alejandro Guerra, que ha denunciado al médico desde hace más de cinco años, es increíble que la justicia puertorriqueña solo necesitara de un caso para capturar e investigar al médico. Eso, sin contar otros divulgados por los medios de víctimas que no han sido escuchadas, como el de Tatiana Posada Jiménez, a quien le practicó un implante mamario y una liposucción el 13 de agosto de 2011 y falleció cuatro días después en un consultorio sin los recursos suficientes para atenderla. El reporte de Medicina Legal dice que murió ahogada por un tromboembolismo pulmonar.
SEMANA publicó esta historia y las denuncias que circulaban en torno de Ramos Corena en un artículo de 2011 respaldado por todas las pruebas. Sin embargo, por un error de edición apareció que el sujeto no era médico, en vez de afirmar que no tenía la especialización de cirugía plástica. Esto lo llevó a instaurar una demanda en contra del entonces corresponsal de SEMANA en Medellín, quien fue vinculado a un absurdo proceso judicial. Esta revista aclaró el error.
El miércoles se realizó una audiencia por el caso de Tatiana, en la que el juez de Control de Garantías le ordenó a la Fiscalía aplicar el principio de celeridad, pronunciarse o cambiar a la fiscal Luz Elena Correa Chanci. Afirma que esta no ha resuelto la acusación contra Ramos aunque tiene en su poder un informe de la Universidad CES según el cual a Tatiana se le inyectó aceite industrial en los glúteos, lo que le ocasionó una embolia y un infarto. Ya el Tribunal de Ética Médica de Antioquia sancionó el 7 de septiembre al médico por este caso, prohibiéndole el ejercicio de la profesión por seis meses, pero la justicia, al parecer, necesita más pruebas.
Desde hace varios años se dice que en Medellín hay todo un cartel de supuestos cirujanos que hacen operaciones exprés sin títulos ni las condiciones necesarias, pues alquilan consultorios o quirófanos pequeños, mal dotados, para hacer cirugías complejas. Al final nadie responde por las malas prácticas con la excusa de que en todos estos procedimientos hay riesgos ine-vitables. A pesar de las denuncias contra Ramos –y otros médicos–, es increíble que haya actuado primero la justicia de otro país que la colombiana, que sigue mirando para otro lado.
Fuente: Semana.com