La mujer ‘infectaba’ computadores de empresas para hacer transferencias que nunca habían sido pactadas con los empresarios.
Foto: Policía Nacional
Carolina Zuleta lideraba red de 14 estafadores. Sustraía movimientos financieros de las compañías.
Aprovechando el beneficio de casa por cárcel concedido por un juez de Bogotá, una mujer señalada por la Fiscalía de liderar una red de 14 estafadores logró apoderarse de 1.200 millones de pesos de más de 20 empresas de la ciudad.
La Policía, por medio de su centro cibernético policial, capturó en Bogotá a una mujer que a través de diferentes medios obtenía contratos con empresas de diferente índole, para posteriormente utilizar credenciales e infectar computadores y acceder a estafas a través de transferencias no consentidas de activos con los dueños. Las empresas estafadas pertenecían al sector de transportadores, maquinaria agrícola, salud, editoriales, veterinarios, entre otros.
En la operación también fue capturado también su socio Beto, quien al igual que la mujer, serán procesados por los delitos de hurto por medios informáticos, hurto calificado y concierto para delinquir. En las operaciones delincuenciales cometidos a estas empresas, accedieron a cuentas bancarias y hurtaron cheques de gerencia por un valor de $mil seiscientos.
La Policía logró establecer que la modalidad delictiva empleada por esta organización consistía en buscar portales web ofertas laborales y vacantes sobre contaduría pública en el sector empresarial. Al encontrar vacantes con dichas características, se presentaba la líder de esta organización, denominada por la Policía como la Yayita informática, y gracias a su alto conocimiento en temas relacionados con finanzas, obtenía una alta puntuación en los exámenes de incorporación, logrando contratos laborales.
Posteriormente, conseguía la asignación de importantes responsabilidades al interior de la corporación den turno, obteniendo acceso a los sistemas informáticos para luego realizar las transferencias no autorizadas y el robo de cheques bancarios.
Fuente: El Espectador.com